La calidad de los óvulos de una mujer es el principal factor para lograr un embarazo exitoso. Actualmente se le acuña el término de competencia ovocitaria. Eso depende de varios factores entre los que se encuentran la edad de la mujer, la presencia de enfermedades como endometriosis, síndrome de ovario poliquístico y baja reserva ovocitaria entre otras. La mejor edad reproductiva biológicamente hablando está en la década de los 20 años, sin embargo, las mujeres actualmente nos enfrentamos a muchos desafíos por lo que decidimos postergar el embarazo en etapas más tardías.
Por ejemplo, a los 40 años, la probabilidad de embarazo por ciclo ronda el 5%. Por lo que después de los 35 años generalmente se sugiere recurrir a técnicas como la fertilización in vitro. Es importante individualizar cada caso para elegir el mejor tratamiento. Es básico conocer el estatus de salud de la mujer antes de iniciar un tratamiento. Se deberán evaluar condiciones generales de salud y endócrinas principalmente. No existe ningún estudio capaz de predecir la fiabilidad de lograr un embarazo. Es importante involucrar a la pareja en el procedimiento por lo que el varón también requiere evaluación y buscar métodos para optimizar la calidad espermática.
Una vez que se elija un tratamiento el médico deberá exponer el por qué elegir un medicamento sobre otro existen varios complementos de los tratamientos con la finalidad de obtener mejores resultados. Generalmente se decide la dosis dependiendo de la respuesta clínica. Deberá mantenerse una supervisión estrecha de cada paciente.
Hasta el momento no es posible cambiar la edad de nuestros óvulos. Y a medida que vamos ganando mayor edad nuestros óvulos también envejecen y pueden tener mayor o menor cantidad de cromosomas y disminuir drásticamente en cantidad. Por lo que en algunos casos la donación de óvulos se convierte en la mejor opción.
Por lo que generalmente la recomendación será no postergar el deseo reproductivo una vez estando lista para el proceso o criopreservar óvulos de preferencia antes de los 35 años. Lo ideal será valorar cada caso de forma individual y así seleccionar la estrategia que dé los mejores resultados.